Este 2009 tan lleno de oportunidades para seguir creciendo como artista, este 2009 en el que sentí mi espíritu combativo, mi fuerza de mujer, mi busqueda en el arte, este 2009 tan lleno de momentos de soledad que me hicieron sufrir y gozar pero que me han hecho más fuerte, más aventurera, más sóla, más contradictoria, más sabia y menos contentadora.
Este 2009 me trajo una reflexión que me acompañó hasta la última función del año: Lo esencial sobre la actitud del artista tiene que ver con
limpiar la intención . Limpiar la intención: que el acto de la representación no busque mi gloria, que sea una entrega generosa, un acto de amor, mi contribución al arte del Teatro que es bueno para todos, porque nos reune, nos acerca, nos invita a reflexionar más allá de nuestra cotidianeidad, porque nos revuelve en la comodidad de nuestros asientos y de nuestra vida, porque nos hace más audaces, menos comodones, más inspirados y despiertos.
Limpiar la intención: que mi busqueda en el arte, mi entrega, mi disfrute y mi sacrificio, no sea sólo para mi bien sino para el bien de todos, que la interpretación cada tarde, en cada función se convierta en una ofrenda, así de facil y así de dificil, cuando esto ocurre no hay cargas, ni esfuerzo, todo fluye en un no hacer, sólo dejar que ocurra lo que tiene que ocurrir: la historia, las emociones, las palabras, la magia y el don del teatro, la comunicación.
Limpiar la intención en el amor, en el arte y en la vida.
Que el 2010 nos siga trayendo una travesia llena de obstáculos y oportunidades, y que nosotros caminantes, viajeros solitarios, navegantes, actores y actrices, amantes del teatro, artistas todos, no olvidemos nunca que lo único que podemos hacer es entregarnos a la experiencia de vivirla.
Chin chin 2010, aquí estamos...